En el café Pedro Melenas el 2 de octubre de 2021 se confabula en tres mesas unidas una suerte de movimiento, de vibración, de manifiesto, alguien dijo anista, otra dijo de chismosas, alguien más aclaró que con pena y sin pena; y entre susurros se empezaron a tejer presencias. Ese día aparecen Susurradoras, mujeres que habilitan sus cuerpos para las encarnaciones desentonadas, tónicas, descaradas, equivocadas, dispares, exageradas, performadas… y principalmente susurradas.

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Susurradoras dan origen al dispositivo experimental denominado <<Vagabundeo>> en el cuál habitan presencias que se desplazan por diferentes estados, lenguajes y tiempos; experiencias imaginadas para ser exploradas-activadas-gozadas en espacios públicos, con públicos, sin públicos, privados y sin privar.